lunes, 1 de junio de 2009

Y me fui a correr, pero no corrí

Y ahí andaba yo durmiendo este Domingo a las 8.10am después de apagar el despertador unas 7 veces, no es que sea tampoco muy temprano pero me acosté a la 1. Había quedado con mi liebre en carrera a pie, Don Fernando alias el boss. Me quito las legañas con la espátula, k-gadita reglamentaria, me trago una gelatina en la cocina y un plátano bajando las escaleras.


8.35am y empiezo a correr sin saber si estoy despierto o en un sueño de esos en los que alguien te persigue y no puedes avanzar. Con 3 horas de mierda en la bici el día anterior ya tenía síntomas del conocido síndrome noandonicaraalviento.


Atravieso, me arrastro diría yo, el primer parque entre los primeros corredores y los más rezagados borrachos. Estos últimos me miran con cara de póker, posandaquetú pienso yo… Llego a la cantera y veo a Fer con mala cara, está jodido del gemelo. Buah! Pues te acompaño a casa y ya sigo yo solo.

Tras 45min empieza mi experiencia mítica. Empiezo a sentirme mejor y corro con una gran sonrisa a pesar de los pesares. Me siento especial, siempre que hago algo que no haga el 99% de la población me pasa.


Pero, de repente, veo a un inmigrante sudamericano con la mirada perdida y un petate cargado de ilusiones rotas. Solo. No soporto ver a la gente triste. En la playa del Postiguet veo paseando una pareja de setantaytantos cogidos de la mano mirando el mar, pero el gozo se acaba pronto al ver un indigente acostado en un banco rodeado de viejas mantas.

Me mira y le miro, me siento fatal. Mi única preocupación es hacer una tirada larga mientras mi familia duerme en una casa junto al campo de Golf con todas las comodidades. Su mirada, penetrante, me hace perder la concentración. Casi me paro a andar, no tengo yo la culpa, quizá él tampoco. O sí. Qué más da!! El caso es que hay alguien pasándolo mal y me siento culpable. Me ocurre siempre.


Quizá por eso cambiamos de canal cuando hay un atentado en Irak, o cuando hay millones de desplazados por alguna guerra. Si hablan de crisis mejor apagar la televisión. Quizá tu vecino esté en paro. Odio ver la cola del paro. Muchos se tapan la cara como si tuviera que ser vergonzoso caer en esa situación. Mierda!!


Buen chiste, aunque no tenga ni puta gracia


Pero en vez de parar me da por apretar y alargo algo el camino. Me meto más cuestas y un par de km más. Al final, buenas sensaciones físicas pero malas anímicas. Me siento un privilegiado, somos privilegiados. Pero no paramos de quejarnos por todo. Corrieron mis piernas, pero no mi cabeza. Me fui a correr, pero no corrí.


Juankir

5 comentarios:

javi dijo...

Buenas reflexiones Juankir

La culpa la tiene el sistema de los que somos en masa, testigos mudos y no sé si por ello se podría decir que coautores.

En global y de verdad, a muy pocos les gustaría ver mermados sus derechos y su nivel de vida por equilibar la balanza; otra cosa es de cara a la galería.

Y en cuanto al INEM, aun siendo en general, víctimas, sí que es cierta esa vergüenza...

Somos un país de panderetas y booooms.

Realmente, me pregunto si valoro todo lo que tengo.

Saludetes de lunes

Zuper dijo...

A todos nos pasa... encendemos la tele y están hablando de catástrofes, accidentes, familias que lloran con dolor la pérdida de alguien, hambre, epidemias.... y por eso no me gusta ver las noticias, cómo se puede comer viendo eso??? Me siento mal.... realmente somos unos privilegiados, cada día que me levanto me siento así, una privilegiada, vivimos demasiado bien, tenemos de tdo lo necesario y no necesario, y queremos más.....

Pero tampoco podemos hacer mucho.... intentar ser buenas personas y dar gracias cada día por tener la vida que tenemos... somos unos privilegiados.

Ishtar dijo...

Jo, con esas sensaciones encontradas no sé qué decirte.

La verdad es que somos tan maravillosamente privilegiados que nunca entenderé cómo una persona con una buena vida como la nuestra puede estar triste más del tiempecillo de rigor cuando te pasa algo malo... no sé si me explico...

Besicos!

Gonzalo dijo...

Bueno este tema que planteais tanto Zuper, Ishtar, javi como juankir es un tema bastante complejo de analizar pero que de forma muy breve y concisa voy a dejar mi punta de vista.

Vivimos en una sociedad en la cual la escala de valores se ha perdido,e imperar frases como las que comentais de "tampoco se puede hacer mucho intentar ser buenas personas.." o "es que no valoro lo que tengo ante estas situaciones".

La verdad es que oyendo frases de este tipo dan la sensación de conformismo y de sumisión. Los cambios los produce la gente y si ante lo que vemos nos quedamos sentaditos de brazos pues nada seguiremos en el kaos tiempo y tiempo.

Tenemos el poder, sino quien pone a nuestros gobernantes NOSOTROS. Que ocurre la gente dice no es que si voto a estos los otros lo harán peor. Vale ok. Partimos del principio que todos los políticos son unos chorizos sean del partido que sean. Porque no hacemos el cambio nosotros?

Dia a dia en nuestras vidas, buscarnos objetivos en la vida, conseguir que la vida tenga sentido por el camino que nos marcamos.

Lo que cuenta juankir del mendigo claro que a todos nos remueve el corazón pero yo solo digo TODOS somos culpables de eso y que hacemos NADA. Votamos a los gobernantes que provocan esas desigualdes, apoyamos a las instituciones que lo fomentan y una largo etc de cossas.

Si vivimos como vivimos es porque hubo gente antes que nosotros nuestos antepasados que lucharon y dieron la vida por aquello que creyeron ( nuestros padres, nuestros abuelos, y un largo etc)
Ello vivían en un sistema y en un momento dijeron chheeee aqui algo falla hay que cambiar y lo hicieron.

Seremos nosotros capaces de hacerlo? Si los somos las frases que planteais desapareceran porque seremos dueños de nuestro futuro sino seguiremos siendo lo que somos iremos hacia el caos y el mundo que tenemos desaaprecerá.

Fran dijo...

Los remordimientos pueden con nosotros, por mucha coherencia que le queramos dar a nuestra vida. Somos unos privilegiados porque fuimos concebidos aquí, como el del chiste, pero a parte de tener esa gran suerte hemos de saber valorarla, compartirla y disfrutarla. Una de las cosas buenas de salir a correr es que te permite hacer reflexiones como esas. Un abrazo.