miércoles, 7 de mayo de 2008

Elche: Triatletando que es gerundio

PRÓLOGO. Con la muerte en los talones.

Queda poco para el triatlón de Elche. Demasiado poco. Mi debut en triatlón de cualquier tipo. Pasan los días y no me quito el maldito resfriado. La espalda no me deja vivir. Todo el mundo me pregunta si estoy nervioso y yo les digo que no, NUNCA me he puesto nervioso en una prueba, examen, permisos de conducir, entrevistas de trabajo… ¡ni en mi boda!

Pero estoy inquieto. Hay gente que duda de mi capacidad para terminarlo e incluso alguno me ha dicho literalmente “vas a petar”. Mi objetivo es hacerlo a ritmo de entrenamiento y calculo que 10h serán suficientes para ir relajado. Alguna transición de 90km en bici y una hora u hora y media corriendo me dan confianza y el conocimiento del cansancio que voy a sentir, no obstante estoy muy relajado.

Sábado 26. Quedo en la playa de San Juan con el Sr. Pez a la hora de carrera para nadar, esto es, a las 7h15. Nadamos poco más de 20min y compruebo que todo está OK. Me ducho y monto la bici. Hago los preparativos y hago listas por separado de lo que necesito en cada segmento. NO SE ME VA A OLVIDAR NADA.

Me voy a comer con mis niñas (una de 20 meses y otra de 30 añosJ) y unos buenos amigos frente al mar. Se supone que tengo que comer carne roja y cenar pasta, pero no soy profesional y me doy un homenaje de tapeo de calidad extremo. A la hora del Gin Tonic me voy a Elche, ¡porca miseria! Cojo el dorsal y llevo la bici. Cruzo todo Elche y llego cansado a casa. La cena consiste en una ensalada con 150gr de lazos de pasta y verduras. Estoy a tope, ya soy cinturón negro de hidratos de carbono.


EL DÍA D. Domingo 27-Abr-2008.

Hemos quedado a las 5h45 en la T2 para que nos lleve Nico y Jandro a la T1 y así tener los coches en marcha. Pongo el despertador a las 4h45 pero lo apago sin querer y llego algo tarde. Nos metemos en el Clase A de Nico con todo el material de la bici. Muchas gracias a los dos por el madrugón (y por Dios que Nico se compre un coche que pueda conducir sin que apoye el volante en los muslos). Les doy la buena noticia. Error nº1: he olvidado en la nevera los 2 bidones de la bici. Eso me contraria y empiezo a enfadarme conmigo mismo. Necesito un Brain Training YA. Menudo cabestro…

Foto by Jandro


Llegamos a la T1 y hacemos cola mientras comentamos la necesidad de hablar con el Sr.Roca cuanto antes, sobre todo yo que tengo el neopreno nuevecito. Josico se descojona cuando le cuento que he soltado una bolita nada más. Pero no hay señales en el radar y decidimos ponernos el neopreno tranquilamente, ya que la salida se está retrasando. Josico me da un bidón de los suyos de Power Bar Drinks limón. Le digo ¡Joder, podrías haber traído el de naranja. Me mira con cara de mira que eres recabrón. Me doy cuenta de otra torpeza. Error nº2: he olvidado el reloj en la mesilla. Cuando tengo todo puesto se oyen las alarmas de contienda. Torpedo al 1, retumba en mi mente. Voy a entrar en un aseo portátil… ¡Oh! Se confirma la teoría de mi madre. Los chicos no miramos al WC cuando vaciamos el canario. Miro mis pies descalzos y la sonrisa de una voluntaria que yo traduje: te vas a mojar los pies de agüita amarilla. Asomo el cuerpo y empiezo a sacar papel y tirarlo al suelo en cantidades industriales, también en el borde de la taza. La chica se rinde y me guiña el ojo. Encojo los hombros y fabrico media sonrisa de complicidad. Es lo que hay.

NATACIÓN (4km). El mar, idiota, el mar.


Foto by Adriano Moreno

Se acerca la salida y los buenos en el agua se van hacia delante. Me quedo atrás con Michi, Torrecillas y un amigo. De hecho, salgo el último. Entramos muy lentos en el agua (parece una balsa), dejando el kick-boxing para los valientes. No paro de hablar con Michi hasta que me dice ponte las gafas ya, ¿no? Joder, todo el mundo nadando y yo con el agua por la cintura y las gafas a medio poner. Je, je. ¡Soy el puto amo!


Foto by Adriano Moreno

Empiezo a nadar y no veo la boya, así que sigo al rebaño. Voy muy tranquilo, puesto que hay 4km por delante en 2 vueltas. Aún así empiezo a adelantar a gente incomprensiblemente para mí. Recuerdo los consejos de todo el mundo ¡ni se te ocurra pegarte a la boya en el primer viraje! Pasan los metros y llego a la primera boya sin darme cuenta. Error nº3: entro literalmente pegado a la boya y nos quedamos 40 gilis prácticamente parados dando la vuelta al ritmo de Pajaritos por aquí, pajaritos por allá. Estoy acojonado porque me decían que me iba a llevar codazos, patazas y demás lindezas acuáticas. Pero no. La gente se comporta civilizadamente. Si notan que le tocas un pie, paran de patalear. Si se van a chocar lateralmente te ponen la mano suavemente en el costado… en fin, todo sorprendentemente cordial. Supongo que en cabeza no habrá ese espíritu. Pasa la primera vuelta y hago bastantes metros de más por despistes.

Foto by Jandro

Pero voy disfrutando como nunca. El momento de salir a la arena para hacer la segunda vuelta es un subidón increíble. Vuelvo a entrar en el agua y sigo nadando tranquilo. Como no llevo reloj creo que voy más lento de lo normal y acelero el ritmo en los últimos 1000m. Allegro ma non troppo. Luego me enteré que había hecho 1h16 a pesar de ir tan relajado. Para mí es un tiempazo. ¿Por eso tendré este careto?

Foto by Jandro


TRASICIÓN 1. El día de la marmota.

Soy Bill Murray y oigo de fondo I got you babe de Sonny & Cher. Estoy atrapado en el tiempo. Salgo del agua y empiezo a quitarme el traje neopreno hasta dejarlo a la altura de la cintura. Nico y Jandro me dicen que voy muy bien, que salgo por la mitad y casi todas las bicis están todavía allí. Buena señal. Les hago bromas del tipo qué buenorro estoy ¿eh? Me paro a saludar a un par de conocidos y busco mi bici. Empiezo a echar todo por en medio y el chaval de al lado me comenta si es posible que no use también su cesta de ropa. Upps, perdón. Empiezo a escarbar en las 2 bolsas de ropa y elijo un maillot sin mangas. No encuentro los calcetines y empiezo a descojonarme del lío que llevo. Menudo espectáculo.

Reparo en el error nº4: no he puesto el dorsal en la goma. ¡Qué collons! Ni siquiera he traido la goma. Me meo toa. Atención a la secuencia:

1. me quito el chip del tobillo
2. consigo sacar el neopreno de mi cuelpo, mi amol
3. hablo con todo el mundo de lo bien que me lo he pasado en el mar
4. me pongo los calcetines
5. ahora, las zapatillas. Con la consiguiente torpeza al andar
6. me pongo las gafas y el casco
7. pongo 4 imperdibles en el dorso de la camiseta de bici
8. vuelvo a quitarme las gafas y el casco para ponerme la camiseta. Mamma mía
9. cojo la bici y pongo un pie en el pedal. Una juez muy amable me dice NOOOOOOOO. Vaya, casi salgo montado en la bici. Perdone, es el primer triatlón y me estoy liando un poco. No pasa nada, se ha dado cuenta en seguida.
10. Bajo el pie y cuando voy a empezar a empujar la bici veo que he dejado tirada toda la ropa fuera de la cesta. Lo meto todo en la bolsa y vuelvo a coger la bici.
11. Vuelvo atrás, me he dejado el chip
12. Salgo por fin de mi metro cuadrado de espacio y me para la juez de nuevo. Error nº5: ¡EL DORSAL! Pero señora, si lo llevo puesto…YA, PERO TIENE QUE IR EN LA ESPALDA AHORA Y EN EL PECHO EN LA CARRERA A PIE. Qué paciencia tuvo conmigo esta mujer
13. Fuera casco y gafas.
14. Me quito el maillot y lo extiendo en el suelo. Mi tiempo decente de natación lo estoy defenestrando.
15. Quito el dorsal del pecho y lo pongo en la espalda.
16. Casi cojo la bici. Me paro otra vez a por las gafas y el casco y salgo. Ufff

Han pasado según el control de chip, 10m20s. Así, que decenas de triatletas me han pasado sin tener que dar una sola pedalada ji ji


BICICLETA (120km). Pancho, Tito, Piraña… Chanquete ha muerto

Mi objetivo es no reventar mi maltrecha espalda. Tengo claro que a partir de las 3 horas aproximadamente suelo tener problemas. Nada más salir hay una cuesta bestial. Aún así me pasa uno con plato grande y tremenda bici. Me lo tomo con calma y lo adelanto, más que nada porque el pobre hombre pincha en el primer km. Luego me volvería a pasar, evidentemente. Bebo agua y tiro un bidón, el bidón, mi único bidón, el que me habían dado amablemente. Paro y lo recojo, casi me atropellan por melón. Pido disculpas con la cara que ponen los perritos en la Sociedad Protectora de Animales para que te los lleves.

El goteo de bicis que me pasa es el previsto. Lo bueno es que no hay grupos ni nada raro. Se respeta el drafting en todo momento (al menos en mi hábitat). Salgo dirección a la pista de aterrizaje del Altet y allí voy con una bici a unos 150m detrás y otra delante. De repente veo un pequeño perro a mi lado. Miro el marcador y voy en una pequeña pendiente a 27km/h. Me río mucho pensando en cuánto corre el perrito. Lo dejo atrás en unos segundos y la sonrisa se borra de mi cara al ver otro perro mucho más grande con collar, tipo boxer. Acelero un poco y ya voy a 30km/h pero el perro no cede. Increíble. Poco a poco se acerca a mi lado y empieza a ladrar. Supongo que estaba jugando, pero a mí no me gusta jugar con pistolas, dicen que las carga el diablo. Acelero más y no cede, empiezo a gritarle histérico ¡Fueeeeeeera! Pero al final fue el coche que me precedía el que se deshizo de él pitando insistentemente, casi lo atropella otro coche que venía en sentido contrario. Tope de pulsaciones.

Intento relajarme y lo consigo. Estoy disfrutando de la bici. Llego a la zona de montaña de la 1ª vuelta y voy muy fresco y animándome a gritos por salir tan bien del agua. En una ocasión me pasa un misil y sonríe. Me ha pillado gritando. Qué vergüenza. En fin, primer avituallamiento y voy comiendo continuamente. Cojo dos bidones de Vitargo, agua sucia como digo yo, y a bajar. ¡Qué bajada más bonita y técnica! Es el único momento de la carrera en el que adelanto a gente, voy como una moto. Literalmente. Sigo a una motillo que me molesta y le lanzo un grito para que se aparte. Hay una zona para acoplarse a más de 50km/h sin ser Miguelón. Casi todos estos bichos me pasan antes de llegar al polígono.

Pasa la primera vuelta y cada uno que adelanto se convierte en 15 ó 20 que me pasan a mí. Voy tranquilo, sin arriesgar lo más mínimo y la media es de 29,5km/h. Pienso aflojar aún más para llegar a unos 27-28 no sea que me haya emocionado. Paro a hacer un homenaje a Toreros Muertos:


Y baja por una tubería,
pasa por debajo de tu casa,
pasa por debajo de tu familia,
pasa por debajo de tu lugar de trabajo,
mi agüita amarilla,
mi agüita amarilla.

En ese instante me pasan 4 ó 5 que había adelantado. Los saludo y animo, como a todos los que me pasan. Pasa una mujer y me escondo un poco. Total, pa’loque hay que ver J. Corono el peor escollo de la 2ª vuelta, la zona llamada Eneko Llanos. Lo que te llegué a odiar en la 3ª vuelta, querido Eneko. En la penúltima subida me sigue una furgoneta pequeña. Le hago una señal para que me adelante, pero me sigue 1km e intenta adelantarme en el peor momento, en el cruce donde habita un guardia civil muy serio. Casi me saca de la carretera (la furgoneta), tengo que pasar fuera del asfalto…le mando recuerdos a su santa madre como un energúmeno. El de la benemérita me dice vengaaaaaaaa a ritmo de no te pasessss. Eso me descentra un poco. Eso y que en la siguiente curva cerrada tras el avituallamiento me encuentro una moto de frente que no me pongo por montera de puro milagro. También recibe su madre cordiales saludos. Todas tienen su inmerecida parte, el domingo siguiente es el Día de la Madre, ¡eso no se hace Juankir!

Llego al km 70 y empieza a dolerme la espalda. Bajo más el ritmo, si cabe, y dosifico mi lado izquierdo de la espalda. Comienzo a pensar en Lanzarote y la matanza que va a caer sobre mi espinazo. Creo que no lo acabaré, no es un lamento es ser realista, 110km de sufrimiento es mucho hasta para mí, que llevo 10 años soportándolo.

Las piernas van frescas, voy muy suelto a esa velocidad. Pero en el km 90 viene el reventón de espalda. Ya no se como sentarme. Me duele tanto que esta vez no me molesta el culo. De las peores veces. Bajo la velocidad sensiblemente y sigo alimentándome. La última cuesta Eneko la llego a hacer a, atención, 9km/h para no forzar lumbares. Aún así, adelanto a uno que iba haciendo equilibrismo. Le faltaba una espada en la nariz y 3 naranjas en cada mano. ¡Uf! Le animo y ni me mira. Un 10 para los que estaban allí (voluntarios y público). Animaron las 3 veces y de verdad que se agradece. A uno le digo en plan coña ¡Joder con Eneko, el año que viene que le pongan su nombre a un descenso que estará todo el mundo acordándose de su familia!

Paso la última cima y un chaval me da un plátano. Me encantan los voluntarios de todas las carreras, luchan porque les cojas a ellos el avituallamiento y no al de al lado, para sentirse útiles. ¡Chapeau! Me dice te lo doy pelado y todo, ¡cógemelo a mí por favor! Y es que quería acabar los pocos que le quedaban para “ganarle” al compañero. Le guiño el ojo y le doy las gracias. El último descenso lo hago estirando al ritmo de:


Había una vez dos niñas costureras
Que cosían y bordaban bajo un sol de primavera
Me pongo de pie, me pongo de pie
Me vuelvo a sentar, me vuelvo a sentar
Porque al triatlón vamos a jugar

Esta última vuelta acaba antes que las anteriores, hay que seguir recto en vez de girar a la izquierda y tengo unas ganas tremendas de ver el cartel 3ª vuelta sigue recto. Llego al cruce y veo unas cuantas bicis paradas. ¡Oh no! ¿Un accidente? Pues no. Me para un juez y me dice que le de el dorsal y el chip que estoy descalificado.

- (yo) ¿Por qué? Si falta una hora y además hemos salido 15 minutos tarde
- (juez) Porque son las normas
- (otro compañero parado) pues que nos devuelvan el dinero, me habéis hundido, habéis dejado el triatlón para los profesionales…
- (juez) Oye, oye, que yo soy un mandado
- (yo, tras arrancarme el dorsal d la espalda imperdibles incluidos) pues que venga el señor que le ha mandado y me lo explique, creo que no habéis sumado bien las horas
- (otros) menudos sinvergüenzas, esto que es,… y lindezas similares

Llaman por teléfono a los jueces de la T2 y nos dan el OK, a todo esto seguían pasando ciclistas sin que les quitaran el dorsal. Evidentemente ciclistas que iban ¡detrás de nosotros! Nos ponemos en marcha pero sin que a los demás le devuelvan el chip y el dorsal, extraño ¿no? Llegamos paseando a 15-20km/h hablando de si continuamos o no y si queríamos reclamar. Yo digo que hay que acabarlo, otro que hagamos una sentada, otro que hagamos una reclamación, otro casi llorando que no tenía ánimo para seguir.

TRASICIÓN 2. Apagafuegos

Llegamos a la T2 y nos dice en la puerta un juez que seguimos en carrera, pero otro participante no lo oye y la novia está a punto de explotar. Le digo que sí que seguimos, que venga conmigo, pero está fuera de sí. Al final creo que salió. “Pierdo” 5 minutos en la transición por calmar al chaval, bien empleados. A todo esto me embadurno de crema solar. Menos mal. El día de más calor del año fue ese, precisamente.


CARRERA A PIE (30km). ¿Con la muerte en los talones?

¡A correr! A los 300m callome sudor mezcolado con ungüento solar en los ojos. Lloro desconsolado como nunca en vida lo había hecho, qué miserable dolor y cuan infelice parecía. Saco un pañuelo de papel que tenía para el resfriado y me intento aliviar. La gente que había sentada en la terraza de la cafetería se pone en pie y me dicen de todo ¡Ánimo chaval que no queda nada, aguanta! ¡No te hundas, sigue aunque sea andando, vamos! Quería explicarles que estaba perfectamente y que tenía los ojos llenos de factor 50, pero me gusta ese rollito y decido hacerme el mártir. Qué cabroncete soy (en la 2ª vuelta una mujer se acuerda de mí y me vuelve a dar ánimos je je).

Hago la bajada y me cruzo con Michi. Me alegra ver un rostro conocido. Antes del primer avituallamiento paso por la “orquesta”, un grupo de chavales cantando con un bombo canciones del tipo ¡Ay, ay, ay, ay, corre y no llores! Les mando un beso y se quedan con mi cara.


Todo el mundo lo comenta y yo no voy a ser menos. Encontramos en el cauce (seco) del río a un hombre... bueno, voy a describirlo como si diera el parte la policía:

varón blanco
60-65 años
cabello cano tintado algo hortera
bañador semi-tanga color morado
brazos en jarra en ocasiones, manos tras la nuca en otras
se orienta según vuelta hacia el este u oeste según conveniencia
pensamos que es un tío raro, como nosotros
código 782, código 782, llamen a patrulla anti-incendios

La organización había dado carteles para animar a la gente. Yo fabriqué uno que ponía “Juankir, Road to LZ. Ánimo Pez”. Cuando la veo suelto una carcajada y la chica que me adelanta (quedó primera o segunda en categoría femenina) se sorprende y me sonríe. Le señalo el cartel para excusarme. Paro en cada avituallamiento y como los geles me daban un pelín ya de asco, los meto en botellines de agua y los raciono cada 25-30min a ojo, ya que no llevo reloj.

Segunda vuelta, veo en meta a Nico (autor del libro Don’t Think), Vanesa… me preguntan que cómo voy y les digo que hecho una mierda. No iba tan mal, pero sería la última vez que haría corriendo el costarrón final. Cojo mi goma identificativa de primera vuelta y sigo. Como sandía y otro gel y me da una angustia bestial. Vuelvo atrás y cojo un plátano y coca-cola para “cerrar” las salidas. Hago mi peor vuelta, conservando por si acaso. Veo familiares por todos los lados y los míos se que no están, eso hace que me de un bajón y casi me pongo a llorar pensando en la posibilidad de verlos, pero era complicado “logísticamente”. Veo al pez en el margen contrario del río pero cerca de mí. Se alegra de verme y yo también. Me adelanta una mujer categoría 50-60 años del C.N.Reus. Increíble. Me da consejos y ánimos.

Tercera vuelta. La mejor. Voy bastante rápido y adelantando gente, claro que algunos tenían una vuelta más que yo y no los alcanzaría jamás. Me animo mucho y se me pasa volando, hablando con unos y otros. Veo a jabato (aunque no sabía que era él). Nos vamos adelantando mutuamente y comentando la putada que nos habían hecho con la bici. Se entera de que es mi debut en triatlón y me dice que estoy loco. Bendita locura. Paso por meta y me dice Jose (el pez) que baje el ritmo y que trate de comer algo.


Foto by Nico

Cuarta vuelta. Hago caso a mi nene y bajo el ritmo, pero apenas puedo comer, estoy hinchado como un pez globo. Pues más geles y más coca-cola, ¡qué invento, oye! Paso a la mujer de antes y la espero tras la primera cuesta, hemos hablado varias veces y tiene un nieto de 6 años. Le digo que voy a bajar el ritmo y que la espero. Paramos en los avituallamientos y también en un tramo de sombra de 10m. Me dice que me vaya pero la espero, en realidad tenía las piernas ya muy cargadas y cada km era un mundo. A partir del km 27 todo es más alegre, voy flotando. Voy a acabar y todo y no he petado ni me he lesionado, obviando mi problema de espalda de siempre. Eso sí, ¡de los últimos! Oye, hice mucho tiempo no porque sea malo, sino porque no quiero borrarme del club Trimalikos :-)

Paso por meta y estaba allí mi hermano. ¡Anda! Y mi cuñada… ¡¡¡y mi Anika!!! Me acerco y le doy un beso, veo el carro y creo que mi hija Marina está durmiendo en él, pero estaba jugando fuera. Si lo llego a saber paso con ella por meta, para que sepa que su padre es trimaliko manque pierda. Espero a la mujer categoría V3 y paro a 3 metros de meta para que entre delante de mí y le hagan la foto que se merece. Me da las gracias y yo le doy 2 besazos. ¡Olé!

Cojo todo el material y se lo coloco a mi hermano. Creían que me había muerto o que no había llegado ni a la T2 porque uno del público les dijo s’an llevao por lo menos a 20, igual sa caio. Esa confianza es la que hace querer a un hermano, ja, ja. Por cierto, me ha dicho un pajarito que mi hermano se emocionó y soltó alguna lagrimita. Espero que sea cierto ;-)

Me quedo con la medalla de barro y guardo minuciosamente la camiseta de finisher, tiene un lema genial I’m not Fool, just a finisher o algo así. Al día siguiente se la regalé a Antonio que había caído un par de semanas antes y no pudo competir. Si no lo conocéis, es el tío gordote;-) que había en la tienda TSA en meta el día de la feria del corredor. Se la merece porque entrena más que yo y porque me aguanta mi rosario de preguntas y pedidos raros, como el 13-28 que me trajo para LZ.

Gracias a todos y lo que digo siempre en mis crónicas. Si tienes tiempo para leer todo este rollo, qué vida más simple tienes chaval… ¡podrías haber corrido un buen rato en vez de hacer el gili! Je, je

Con esto y un bizcochote, hasta el 24 en Lanzarote...

Juankir