Aunque sigo corriendo (y seguiré) por asfalto, está claro que cambiar el chip a la montaña me ha costado poco en cuanto a positividad, ya que el hecho de parar a andar en costarrones XXL y volver a arrancar concentrado en bajadas, hace que tiradas de más de 2h se pasen volando. Eso mismo en asfalto a ritmo constante es imposible para mi nervio ciático. El caso es que no se muy bien por qué.
Pero sobre todo me gusta el ambiente de los compis de montaña: no se para el reloj cuando alguien hace una foto, se deja una meadita en el monte o se para a pelarse una naranja. Además, sois todos unos frikis y me siento bien con vosotros jaaaajajajaaa.
La última frikada fue, tras hora y media de montaña suave, un baño en bolas en el Cabo de las Huertas (playa nudista) cuando la gente aún dormía. Pasó un corredor. Paró. Observó a los 4 individuos en la fría y reconfortante agua salada. Puso los brazos en jarra y entonó con voz tranquila pero contundente: "Yo no bajo que ya sois pares"
Tras un parón de 10 segundos tratando de entender a ese curioso hombre empezaron a surgir los lagrimones, una jartá a reír.
Juankir
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